MICHI

Tegusigalpa 1490 (altura Av. del LIbertador 6500), Nuñez
4782-6608 / 4788-6184
En 1964, Don Natalio Lavorato abrió una pizzería en Nuñez, justo ahí donde nace el barrio River y le puso el nombre de un apodo familiar: Michi. Hoy, cincuenta años después, esa pizzería es un verdadero clásico del barrio y la familia de Don Natalio se encargó de que esa tradición continúe viva. Por avenida Del Libertador asoma a unos metros, sobre la calle Tegucigalpa, la fachada roja. El salón parece compacto pero puede recibir a unos 80 comensales: las noches de fin de semana es cuando más se llena y el público, por lo general se compone de grupos de amigos y familias. Las luces suaves, la barra de madera y la decoración en rojo le dan al salón un aire íntimo aunque se llene de gente. Las mesas están preparadas para cuatro personas y bordeado todo el costado derecho, hay sillones altos y rojos que suelen ser los primeros en ocuparse. Todo lo que se sirve es casero: las pastas y empanadas, y las pizzas, que son el alma del local, son responsabilidad desde hace unos 35 años de Pepe, el pizzero que ya es parte de la familia de Michi. Las pizzas salen a la piedra y hechas en el horno a leña, lo que le da un leve sabor ahumado a la masa que la diferencia de las hechas en los hornos tradicionales. Para picar mientras miro la carta, pruebo unos nachos y albondiguitas de carne con salsa picante que van muy bien con una cerveza fría. La variedad de pizzas es impresionante: están las tradicionales como la de jamón y morrón, la napolitana y la fugazzeta y otras con combinaciones originales como la de corazones de alcauciles; la de berenjenas, y otra -la Antón- que tiene mozzarella, panceta, tomate y huevos fritos. Hay para todos los gustos. Hay una buena variedad de cervezas importadas, europeas y americanas, y nacionales artesanales. Pidiendo dos litros de cerveza tirada, llega a la mesa en una chopera alta y transparente que la mantiene fría durante la cena. Para acompañar pastas hay una carta de vinos con una buena selección de bodegas nacionales con precios para todos los presupuestos. Los postres también son de repostería casera y hechos en el local. El volcán de chocolate es delicioso y se puede compartir. Michi es un clásico, es un lugar que se puebla por la noche de grupos de amigos y familia y comer ahí es probar una pizza que tiene cinco décadas de tradición.

Comentarios

Los comentarios se encuentran momentaneamente cerrados.