MARINA LOVE

Nicaragua 4533, Palermo
4833-6692 / 4834-6437
El paisaje de Palermo Soho se llena de luces y mesitas por la noche; ahí en uno de los mejores rincones del barrio, sobre la calle Nicaragua y frente a la Plaza Armenia, está hace más de un año Marina Love. Ubicado casi a mitad de cuadra, resulta casi imposible que los sillones plateados y las mesas y sillas coloridas en la entrada no llamen la atención al pasar por la puerta. Ya adentro el local cuenta con tres pisos: el de abajo tiene una barra colorida, instrumentos de música, budas, espejos, mesas de mármol, una palmera natural que llega hasta la terraza… un lugar con un estilo que bien podría estar en Ocean Drive, Miami. En el primer piso está el vip, con sillones curvos y animal print y un importante balcón a la calle: por ese vip han pasado modelos, actrices y actores, ha servido también de escenario para tiras televisivas, cocktails llenos de personas famosos, y eventos de producciones internacionales de cine; un piso más arriba está la terraza, con una vista privilegiada a la plaza, el lugar ideal para probar un margarita frozen – destaco que todos los tragos se preparan con bebidas de excelente calidad- cualquier noche de verano. Al final de la barra veo unos narguiles que, pienso, son decorativos. Me cuentan que no, que es uno de los tantos guiños que Marina Love le hace a los visitantes y que seguramente no se podrá probar en otro lugar de Buenos Aires: el servicio de hookas –así se llaman- viene con pastas de fruta a elección y de primera calidad. Una divertida experiencia. Pero si a los narguiles, a la decoración completamente original le sumamos la propuesta gastronómica que, es definitivamente un lugar único. El menú va desde el grill hasta pizzas caseras que amasa la mismísima dueña. Me cuentan que todo lo que es finger food es excelente; me dejo tentar por unos rolls en masa philo de salmón, que resultan ser una verdadera delicia, el pescado fresco no le resta crocancia a la finísima envoltura. Los vinos salen a la temperatura justa de la cava. Hay variedad de picadas: veo la alemana, que sale con varios fiambres típicos y chucrut. Abundante y con presentación esmerada. La carta tiene una buena variedad de ensaladas, de las clásicas y de las de autor: la Marina Love lleva hojas verdes, zanahoria, cherrys, olivas, quesos y panceta crocante. La mezcla de texturas crujientes y frescas combina a la perfección; y van geniales con una limonada natural del juicery bar. El asado de la casa es abundante y sale acompañado con huevos y papas fritas. Los postres también son caseros; el budín de pan “como lo hacía mi abuela”, es imperdible. El tamaño de las porciones en general es correcto. Excelente cocina, buenos tragos, ambiente único. Una propuesta diferente, buena elección para conocer un lugar con toques de exclusividad, sin precios desmesurados. Hay que conocerlo.

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