MARÍA FÉLIX

Guatemala 5200, Palermo
(011) 4775-0380
La comida mexicana tiene características únicas, fruto de la génesis misma de su historia. Es decir, su origen es producto de la fusión entre la comida de distintos sectores de Europa. Todo esto se reproduce a la perfección en María Félix, que podría oficiar de una especie de pequeña sucursal de México en Buenos Aires.  María Félix es La Doña, la más genial actriz de la historia del cine mexicano, tan lleno de historias y artistas destacados. Y desde hace 15 años también es el nombre del restaurante mexicano que tiene dos sedes: una en Martínez y otra en Palermo. Visitar la que está en territorio porteño, sobre la calle Guatemala, es como ingresar a una de las típicas casonas históricas de las que abundan en el Distrito Federal, en barrios como La Condesa o La Roma. Ya desde la recepción, que nos atiende una joven mexicana. El lugar está ambientado con una luz tenue y hay música instrumental tradicional, bien típica.  En vez de ir directamente, es recomendable llamar antes para reservar una mesa. Te ahorrás la espera, dado que por la noche en general suelen haber muchas mesas ocupadas. El público es variopinto, con mucha presencia internacional: desde estadounidenses y europeos hasta brasileños y propios mexicanos, que encuentran en María Félix un lugar para minimizar la melancolía. El restaurante abre de día y de noche, todos los días. Pero los jueves, viernes, sábados y vísperas de feriados hay shows de mariachis, que de manera amena van recorriendo los distintos sectores de la amplia casona.  Aunque el plato que más sale son las fajitas (con distintos rellenos), una buena manera de adentrarse en la particular comida mexicana es la llamada “Degustación de cinco pasos”. Es un menú que viene bárbaro para quienes no conocen demasiado de estos manjares: podés probar de todo, con platos generosos. Tras unos nachos de recepción, arranqué la degustación, que me resultó tan abundante que me costó completar todas las propuestas. Comenzó con una quesadilla de queso y champignon, más unos taquitos de puerco sabrosísimos, rellenos de verdura, de carne o de exquisitos camarones. Más tarde, tacos de bistec y una cazuelita de arroz con queso y salsa de chile (un atributo que distingue a la comida mexicana). Luego, otra cazuelita ahora de pollo y camarón acapulqueño, con tortillas. Después de todo esto, encima, el menú incluye un postre generoso a elección.  En 2010 la gastronomía mexicana fue reconocida por la Unesco como patrimonio de la Humanidad. En María Félix tenemos un buen lugar para entender el por qué.

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