Desde hace años Cruzat le rinde culto a la mejor cerveza artesanal. Con cierto aire de pub irlandés, está escondido en la planta alta del Paseo La Plaza. Este complejo se impuso en pleno centro como un enclave cultural y gastronómico, gracias a sus pequeñas salas de teatro alternativo, sus bares y restaurantes, para mediodías al paso y salidas nocturnas. Funciona además como un remanso arbolado, que surca la manzana desde Corrientes hasta Sarmiento, a la altura de Montevideo. Zona ajetreada si las hay, plagada de cines, restaurantes, y tráfico de todo tipo. Si se está sediento, mejor entrar subiendo las escalinatas de Sarmiento: se hace difícil encontrarlo si se lo hace por Corrientes; pues habrá que surcar un par de senderos de adoquines, con sus rampas y desniveles, apenas señalizado. Aquí mandan las cervezas, por botellas, porrón o tiradas. Las hay de todo tipo y estilo, entre nacionales e importadas. El listado surtido -que varía según la oferta del mercado- está seleccionado personalmente por Sandra Cruzado, anfitriona propietaria, eximia conocedora de este brebaje milenario. El salón se divide en varios recovecos, con planta alta, reservados y mesas afuera, donde (al menos de día) se pasean demasiado cercanas las palomas porteñas, mendigando sobras. Por supuesto, la gastronomía se apoya en la “cervezoteca” de la casa. Si bien hoy el menú no tiene una identidad bien marcada, (pizzas, sándwiches, tapas y picadas) la cocina está mutando a platos de neto corte americano: hamburguesas, ribs de cerdo, pollo frito, regados con salsa barbacoa, entre otros clásicos del estilo. Durante mi visita probé una sabrosa hamburguesa de carne picada de ternera, con panceta y queso cheddar fundido, de naranja furioso. Buen pan, esponjoso y calentito. Las papas fritas crocantes y doradas, elaboradas al instante. Parece ser un hit de Cruzat, que desde el menú la sugiere acompañarla con una Pale Ale. Pero lo mejor es seguir los propios gustos, o bien lanzarse a probar porrones menos conocidos, como los de origen Tucumano, de la localidad de Yerba Buena. También hay mendocinos, de El Bolsón, Bariloche, Calamuchita, Río Negro, Chubut, Santa Fe y la Provincia de Buenos Aires. Porque los argentinos no solo amamos la cerveza, sino que la hacemos donde sea. Y varias, están disponibles en Cruzat, un buen punto para el caso.