BARDOT NUEVA COCINA PERUANA

Honduras 5237, Palermo
(011) 4831-1112
En el corazón de Palermo Soho, Bardot impone su nueva cocina peruana gracias a la solidez creativa de una serie de reconocidos cocineros, quienes desde que abrió se involucraron con esta propuesta que no olvida las raíces amazónicas de Germán Cárdenas, su propietario, oriundo de Iquitos. Hoy es el Chef Luis Manuel U. Oxa (de Arequipa) quien dirige los fuegos por los que pasaron colegas de la talla de Marco Espinoza (en Brasilia) y Dennis Yupanqui (nuevamente en Lima). Todo el staff del restaurante es peruano: la brigada de cocina, la recepcionista, los amabilísimos camareros y Alonso, el bartender que –circunspecto- me recibió con un Pisco Sour clásico, dando pie a un menú de pasos, todos adelantos de la nueva carta de primavera/ verano 2013. Mantendrán el diseño ilustrado de la misma, facilitando la comprensión de los platos a la clientela, que llena el salón –entre moderno y barroco- todas las noches de semana. Comencé con un Ceviche de Lenguado, servido con una pincelada de pasta de batata, canela y anís. Sabor, frescura y belleza. Exótica la entrada de Papines andinos con crema de café y cecina de cerdo, muy utilizada en la selva peruana, de donde vienen especialmente a chacinarla para el restaurant, ya que es un producto estrella de la carta. También lo lleva el Tacacho, una pasta de plátano frito, que fue servido con champiñones y Salmón Blanco en vez del Paiche, típico pescado de río de la zona. El Chef investiga nuestros pescados del litoral como reemplazo, en casos como este. Bocados como el Crocante de carne con ostión y los Pirulines de Langostinos fritos con Salsa Ponzu mediaron estos pasos. Para refrescar la boca, gelatina de gazpacho sobre lima. Un guiño molecular del Chef, que pasó por Tarquino Restaurante (de Dante Liporace). Seguí con un Lomo saltado con huevo en baja temperatura; y para terminar, unas Conchitas amazónicas al Batayaki (mantecosa salsa japonesa), con calamares y cúrcuma peruano. Luego del dulcísimo postre Cinco leches con Suspiro de Lúcuma tomé un pisco macerado con hojas de Coca, y una infusión de uña de gato, típica planta andina. La atención es sumamente cuidada y los precios de la carta, medidos. La música podría remitir más al Perú, otorgando más ambiente al lugar.

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