Pocos nombres resultan más sinónimo de la noche porteña que Ink. Se trata de uno de los boliches más populares de la ciudad de Buenos Aires, emplazado en el barrio de Palermo, sobre la avenida Niceto Vega. No obstante, lejos de conformarse, ahora van por más. Y en el epílogo de 2013, Ink inauguró una propuesta de comida gourmet y bar internacional en el más exclusivo barrio de Las Cañitas, en la calle Báez: el Ink Lounge Cañitas.  Un salón enorme, ambientado de manera agradable mezclando lo tradicional con lo moderno, que abre sus puertas en las noches de miércoles a sábados. Siempre acompaña buena música de fondo, en algunos casos con el DJ tocando en el lugar. Además, tiene la opción de sentarse en mesas ubicadas en la vereda (hay calefacción, por lo que aún en días frescos podés ubicarte en ese sector). Y más entrada la noche, para quienes gustan de esos menesteres, es bastante habitual encontrarte cenando aquí a personalidades de la farándula.  Hay quien podría pensar: “Es un buen lugar para iniciar la salida, pero no para tener una buena cena”. Y no es así. El “plato fuerte” de la casa es la llamada “Vedette de Las Cañitas”. Y consiste en una picada de seis pasos, bien generosa. En primer instancia son cinco cazuelas frías: escabeche de pollo, olivas negras, berenjenas al escabeche, palmitos y salsa golf. La segunda etapa, más tradicional: variedad de quesos y ricos fiambres. La tercera trae un par de pizzetas de muzzarella y otro par de napolitana. No termina acá. La cuarta fase viene una cazuela con salchichas alemanas, una porción de milanesa de muzzarella, rabas y un pedacito de milanesa de carne. Y la última, antes del postre, unas papas bravas (cortadas en cuadraditos, al horno) y otra porción de milanesa, ahora de pollo. El postre es un plato bien dulce, conformado por una pequeña porción de lemon pie, brownie y tarta de manzana. Además de todo, en esta propuesta vienen incluidas dos bebidas (puede ser cervezas o agua o gaseosas). Y la frutilla del postre sería que el precio es muy conveniente, más aún si tenemos en cuenta que tranquilamente pueden picar dos personas.  Y la carta tiene más propuestas seductoras y distintas entre sí, como las brusquetas de jamón crudo, langostinos patagónicos y las más tradicionales rabas a la romana. Todo con un denominador común: muy sabroso.